Saltar al contenido

¿CÓMO SABER SI SOY UN ABUSADOR ESPIRITUAL?

abuso

Hay gente que reconoce el comportamiento abusivo, pero muchos se rehúsan a aceptarlo y a responder a las acusaciones con una actitud defensiva y negándolo todo.

Si en alguna ocasión alguien le ha sugerido que quizá usted este abusando espiritualmente, debe hacerse un auto examen para ver si esto es así.

“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”.
(Salmos 51:6)

Además, si sospecha que alguien está abusando de los demás, hágase la siguiente prueba con él…

PRUEBA DE SÍ MISMO

□ ¿Soy… autosuficiente?

“¿Pienso que estoy bien con Dios simplemente porque soy auto disciplinado, que uso las palabras correctas y hago las obras correctas? ¿Vivo mi vida haciendo las cosas confiando en mi capacidad de hacerlas en vez de recordar que mi capacidad viene de Dios?” Lea lo que dijo Pablo:

“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. (Romanos 4:2)

□ ¿Me… sirvo a mí mismo?

“¿Hago el bien por las motivaciones equivocadas? Si soy totalmente sincero, ¿deseo agradarme a mí más que agradar a Dios?” El Señor Jesús dijo:

“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. (Mateo 6:2)

□ ¿Soy… justo a mis propios ojos?

“¿Me enorgullezco de mis obras piadosas, pero olvido darle la gloria a Dios por haberme dado la capacidad de hacer lo que hago?” (En realidad, me atribuyo el crédito que Dios y los demás merecen). Cuando Dios me ve, ¿me ve como hipócrita y demasiado orgulloso porque trato de presentarme como el más santo de los santos?” Reconozca que Jesús dijo:

“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 6:1)

□ ¿Me… centro en mí mismo?

“¿Estoy más interesado en lo que he hecho bien en vez de reconocer las cosas buenas que los demás han hecho? ¿Me atribuyo el crédito de mis logros cuando debería reconocer que todo viene de Dios?” Lea lo que dijo Pablo:

“Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere”. (Romanos 15:17)

□ ¿Me… promuevo a mí mismo?

“¿Lucho por figurar ante los demás, o dejo que Dios sea quien me felicite, si así lo quiere? ¿Trato de manipular las circunstancias para que la gente me vea a mí?” Reconozca lo que dijo Pablo:

“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios”. (Romanos 4:2)

□ ¿Soy… auto-protector?

“¿Permito a los demás conocerme tal como soy o levanto barreras para que no se me acerquen? ¿Reconozco que lucho en ciertas áreas de mi vida, o pongo una fachada falsa para que piensen bien de mí?” El Señor Jesús dijo:

“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad”. (Mateo 23:28)

□ ¿Me… tomo demasiado en serio?

“¿Me siento importante porque cumplo religiosamente mis tradiciones, las reglas humanas y las normas?” Reconozca que Pablo dijo:

“Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros”. (Gálatas 4:8–11)

□ ¿Estoy… centrado en mí mismo?

“¿Soy hipersensible, criticón, falto de amor, intolerante y condeno a los demás? ¿Me es difícil aceptar a otro creyente que piense diferente a mí?” Lea lo que dijo Jesús al respecto:

“En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo… [Él respondió] Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. (Mateo 12:1–2, 7–8)

No olvides suscribirte a nuestra página para que te lleguen los nuevos artículos y noticias a tu correo electrónico.

Categorías

Vida cristiana

A %d blogueros les gusta esto: