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¡DIOS QUIERE HACERTE MILLONARIO!

Como-Ganar-dinero

Al parecer al día de hoy muchos han pensado que lo que Dios quiere de nosotros es que seamos ricos, haciéndole ver al individuo que eso es el cristianismo, que ser cristiano es sinónimo de rico, que todo nos irá bien en la vida…etc. Y es muy común escuchar frases como: “pacta con Dios” , “siembra una semilla”, “Dios no te quiere pobre” y otras más parecidas que lo que hacen es manipular la mente de la gente para así dar sus ofrendas y estar expectante que Dios los va a bendecir materialmente.

¿Será eso lo que Dios quiere de nosotros? ¿Qué dice la biblia?

Lo primero que diré es que no hay nada de malo en ser rico o tener ciertas posiciones o comodidades, eso es bueno, ahora el problema surge cuando hacemos de eso una doctrina o el tema principal de la biblia lo cual no es así. Dios no está interesado en tu cuenta bancaria, el esta interesado en que seas santo como El lo es.

Toda esta clase de pensamiento ha creado lo que hoy todos conocen como “el evangelio de la prosperidad” y este evangelio ha llevado a que se empañe el verdadero evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Dicho evangelio lamentablemente tuerce las escrituras para confundir a sus oyentes y esto ha llevado a que los hermanos crean que lo que hoy necesitan es la riqueza y no la santidad, es decir, sin darte cuenta estarías convirtiéndote en materialista y no en un santo.

Vamos a ver ahora en la biblia lo que Dios dijo sobre las riquezas.

Prioridad

Mateo 6:19-20 “No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar”.

Esto no significa que no debas ahorrar ni nada que se le parezca, más bien nos insta hacia donde debe estar nuestra prioridad, las cosas de arriba, lo celestial, lo que permanece para siempre.

La riqueza es una forma de idolatría.

Mateo 6:24 “Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas”.

Este texto nos dice una gran verdad y es a esto donde el evangelio de la prosperidad estaría llevando a muchos, que su dios sea “san dinero” y todo sabemos que Dios odia toda forma de idolatría.

El caso del joven rico

Jesús le dice a este joven “una sola cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven, sígueme…». Jesús estaba probando el corazón de este joven, él al escuchar esta declaración de Jesús se va triste porque su corazón, su confianza estaba en las riquezas y no en aquel que le llamó.

¿Qué sucedería si hoy estas prosperado pero mañana llegan las vacas flacas? ¿seguirás sirviendo a Dios con el mismo entusiasmo?

el salmo 62:10 dice “Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas”.

El problema no es la riqueza o ser rico, el problema es el amar eso por encima de Dios y depender totalmente de eso. En ningún momento en las escrituras Jesús instó a buscar famas o riquezas, el llamado de Jesús siempre ha sido: “buscar el reino”, “no poner la mirada en lo terrenal”, “sean santos como Yo soy santo”.

Espero en Dios que este breve estudio nos ayude a comprender mejor a la luz de la palabra lo que Dios quiere de cada uno de nosotros y que no dependamos de ese evangelio de la prosperidad.

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Autor: Michael Shephard.

El Señor me lo dio todo, y el Señor me lo quitó; ¡bendito sea el nombre del Señor!

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