LA BIBLIA Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL

El mundo puede ser un lugar muy aterrador para aquellos que no temen, aman o confían en el Señor. 

Este mundo está lleno de demonios de nuestra propia creación.  Aquellos demonios pueden habitar en un arbusto en la selva, o en el cielo por encima de un rascacielos.  Se encuentran en culturas que cocinan en fogatas y en aquellos que cocinan en microonda.  Donde quiera que se encuentren estos demonios estos demandan el temor del hombre y deben ser apaciguados.

¿Quién recuerda hace veinte años cuando los científicos temían que la Tierra estaba entrando en una nueva era de hielo?  No fue mucho después de que este temor fue comprobado ser infundado que empezaron a ver un nuevo demonio, el calentamiento global.  Mientras algunos insisten que el calentamiento global está muy en camino, la mayoría admite que en el presente no hay ninguna evidencia de que la Tierra se esté calentando.  Aunque advierten que podría empezar en cualquier minuto y que será causado por la contaminación del hombre.

Sin embargo, un estudio publicado recientemente muestra una fuerte relación entre la energía que emite el sol y la temperatura de la tierra.  Ambos han sido registrados desde los últimos años del siglo diecinueve, pero nunca antes habían sido comparados el uno con el otro.  Por supuesto, si la variabilidad natural del sol es la causa de las variaciones en temperatura, no hay mucho que podamos hacer al respecto.

Es necedad pensar que el hombre es tan poderoso que puede cambiar el clima del mundo.  Pero la sabiduría de la Biblia nos dice que hay un Creador Quien controla todas las cosas y nos dice como El nos ha amado.  También nos dice que esta Tierra estará habitada cuando Él regrese a ella.

«‘Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria'». – Mateo 24:30

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