¿ERES UN CRISTIANO BRAVUCÓN EN LA IGLESIA?
“Te aprecio mucho pastor, pero quiero que te despidan”.
¿Cómo podemos reconocer a los bravucones antes de que ocasionen daños irreparables?”.
Lo entiendo. Una cosa es establecer lo que es evidente: las características de un abusador. Sin embargo, reconocer las primeras señales de alerta para evitar que nos sorprenda es otra cosa. He aquí ocho señales de advertencia:
- Ellos son los primeros en decirte lo mucho que te aprecian. Y continuarán apreciándote siempre y cuando tú continúes haciendo lo que ellos quieren.
- Tienen personalidades fuertes, tienden a ser ruidosos; intervienen frecuentemente en las reuniones; pueden ser bulliciosos y les gusta dominar las conversaciones.
- Son muy tercos, y si difieres de sus opiniones, tú serás su próximo blanco.
- No te escuchan cuando hablas, pero quieren que los escuches cuando ellos hablan.
- Mantienen relaciones desequilibradas. El bravucón de una iglesia formó una alianza con 2 miembros débiles del personal administrativo. Los tres hablaron secretamente acerca del pastor con el comité del personal. El pastor fue despedido sin que se haya escuchado su versión de la historia. Observa cuidadosamente a los amigos del abusador.
- Son murmuradores y chismosos. La mayoría de sus comentarios son negativos: son los antiBernabé.
- La mayoría de sus obras las hacen en las tinieblas y son otros los culpados por sus malvados planes. Se reúnen con sus cómplices en secreto y luego los abandonan.
- Cambian frecuentemente de iglesia. Realizan su obra de destrucción y luego parten. A veces se les solicita que partan.
¿Todas las iglesias tienen abusadores? No. Sin embargo, muchas los tienen. Ten cuidado cuando los encuentres. Ten mucho cuidado.
Autor: Thom Reiner.
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