FRASES PASTOR JOSÉ OLIVARES

Hola amigos de Evangelio Real, en esta ocasión queremos compartir con ustedes una serie de frases del hermano José Olivares, esperamos que sean de bendición para tu vida.

– La tentación más sutil de Satanás es que te asegura que te puedes arrepentir más tarde, que arrepentirte es fácil y que el perdón de Dios estará seguro, por lo tanto sigue pecando. ¡Mentira y engañó! El arrepentimiento es hoy, tiene que costarte algo y no es un juego.

– El falso quiere los beneficios no al benefactor, de Dios quiere su bendición, salud, cuidado, prosperidad, éxitos, entre otros, pero no a Dios. De Jesús quiere milagros, ayudas etc, pero no a Jesús. Del Espíritu Santo quiere experiencias, emociones pero no al Espíritu Santo.

– El amor más que un sentimiento lleno de emociones cambiantes es una decisión de dar sin recibir, perdonar sin merecer, servir sin ser servido, entonces el amor es convicción por encima de todo, amar es un privilegio pues solo Dios nos muestra la esencia de esa perfección.

– Si hoy donde te congregas te hablan de “atar y desatar” debes recordar esta verdad bíblica: Cuando Jesus habla de “atar y desatar” esta hablando bajo el contexto del perdón entre hermanos, de la reconciliación, no de cosas, salud o demonios.

– La verdad es Jesucristo. Lo encontramos en las Escrituras, lee, estudia la palabra, escudriña la palabra, memoriza la palabra, porque ella testifica de Cristo desde Genesis hasta Apocalipsis.

– Siempre ora más, porque aunque ores mucho, siempre será poco, ora.

– Nadie se arrepiente de sus pecados porque tiene culpa de ellos, el arrepentimiento genuino viene de conocer y confiar en quien llevó los pecados y la culpa en la cruz, cuando tu amor por Cristo sube, tu amor por el pecado baja.

– Jesus es nuestro Pastor, las ovejas obedecen no ordenan, se someten no decretan, ruegan no proclaman, piden no atan, descansan no se angustian, las ovejas escuchan la voz del pastor y le siguen.

– Congrégate en un lugar donde crezcas, donde te confronten con el pecado, donde madures y generes frutos para glorificar a Dios, pero huye de los lugares donde te sientas cómodo, porque esa comodidad será tu mayor enemigo, estanca y te llena de pecado. Es crecimiento no comodidad.

– La insatisfacción en este mundo es tan grande que el hombre no sabe la diferencia entre querer y tener, quiere y tiene, tiene y quiere, solo Cristo derriba la insatisfacción con Él mismo, porque cuando lo tienes a Él, es tan pleno y maravilloso que solo quieres más de Él.

– Nuestro despertar a la verdad de que nuestra existencia es el resultado de la obra del Dios eterno, quien gobierna el universo y de quien nada escapa a su autoridad, ni la partícula más pequeña, ni la mas inmensa de las galaxias pueden existir sin la mano providencial de Dios.

– Agradece a Dios hasta por los detalles mas pequeños, porque si no los tuviéramos sufriríamos grandes consecuencias. Agradece a Dios por lo que te incomoda y debilita, porque si no pasáramos por tribulaciones no acudiríamos a Él. Dios es y será perfecto en todo, no lo olvides.

– Si quieres hacer cosas entretenidas para jóvenes, llegar a su mundo con algo que les llame la atención, entonces pon un circo no una iglesia.

– Adoración es obediencia no música, es sumisión no luces bajas, es rectitud no grandes músicos, es integridad no plataformas, es a Cristo no al hombre, es en espíritu y verdad.

– Toda mujer sabia y piadosa, no osaría renunciar a la elevada posición que nuestro creador le ha dado solo por querer seguir la corriente de este mundo y probar que es igual al hombre.

– La mujer virtuosa que vive aquello que ella sabe y cree sobre las verdades que son la base de su fe, lo aplica, no solo cuando las repite, o cuando las enseña a otros, sino cuando las vive en cada paso que da, porque en cada pisada que está dando está discerniendo sí aquello que está practicando glorifica a Dios. Esa es la actitud de la mujer virtuosa que edifica su casa.

– El problema nunca esta en lo que amas demasiado y consume tu vida, el problema radica en no amar suficiente a Dios y por consecuencia no hay deseo de nada que tenga que ver con Él.