EL EVANGELIO HIPPIE
Cuando leo a muchos cristianos hoy hablar sobre Jesús pareciera una figura diferente a la que nos muestran los evangelios, más pareciera que describen a un Jesús posmoderno pacifista y hippie.
Dicen acerca de Jesús:
«Jesús no juzgó», solo perdonó como a la mujer adultera» ¿quien soy yo para juzgar?
«Jesús es amor», no hay que denunciar ni «hablar mal » de un «pastor» aunque robe y diga blasfemias o herejías.
«Jesús no criticó» solo hay que orar y no decir nada.
«Jesús era pacífico no ofendía ni atacaba a nadie», cada cuál puede tener su propio pensamiento Dios respeta a todos.
Todas éstas frases pareciera que muestran a un Jesús muy «bueno» y tolerante, así mantenía la paz y todos lo amaban, así debiera ser el cristiano tolerante lleno de amor no criticón.
Pero ¿es acaso éste el Jesús que nos muestran las Escrituras?
La percepción común que se tiene de un Jesús sentimental, suave, tolerante y un pacifista tipo hippie es falsa, Jesús era cordial y humilde. Pero esa cordialidad y humildad no significan la ausencia de fuerza, sino una fuerza controlada.
Era un carpintero con manos callosas. Un hombre acostumbrado a pasar largos períodos en el desierto. Un hombre que valientemente habló en contra de las autoridades corruptas llamándolos «sepulcros blanqueados», «guías de ciegos» y «víboras».
Jesús no trataba livianamente el mal, ni reaccionaba amablemente ante la hipocresía, ni sonreía serena o débilmente.
Por supuesto que Jesús era un hombre que se sentaba cómodamente con niños en sus piernas, pero también era un hombre que se paraba inconmovible ante la presencia de sus detractores.
Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. – Lucas 13:2 y 3
Ni Jesús ni los cristianos podemos permanecer tolerantes ante la mentira y el pecado.
El cristiano cómodo, dispuesto a tolerar cualquier situación con tal de evitarse molestias, trabajos y peligros, no puede ser considerado como auténtico, sino, más bien, como un irresponsable, un ignorante de las Escrituras.
El falso pacifismo y la tolerancia permisiva nunca han sido parte del cristianismo, y no debe ser parte hoy.
Si bien es cierto que debemos ser humildes y amables, debemos de hablar siempre la verdad en amor, pero no podemos callar el mensaje y dejar de ser la sal de la tierra.
Colosenses 2:8
Mirad que nadie os haga cautivos por medio de {su} filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
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