
LA SOBERANÍA DE DIOS UNA DOCTRINA DIFÍCIL DE ACEPTAR
La soberanía de Dios es una de las doctrinas más despreciadas.
Enseñanzas bíblicas y de sana doctrina para todo el mundo.
La soberanía de Dios es una de las doctrinas más despreciadas.
Dios conoce por anticipado lo que será, porque Él ha decretado que sea.
La supremacía absoluta y universal de Dios está declarada en Su Palabra.
Cuando seamos tentados a dudar de la fidelidad de Dios gritemos: “¡Vete, Satanás!
La bondad de Dios es la esencia de la confianza del creyente.
Si Dios fuese omnipotente, no sería Dios.
La santidad es la misma excelencia de la naturaleza divina.
Dios es el mismo por los siglos de los siglos.
Dios es paciente con el impío, no obstante la multitud de sus pecados.
Dios es independiente; no está sujeto a nadie, ni es influido por nadie.
Dios merece ser muy alabado por esta perfección de su divino carácter.
La gracia es la única fuente de la cual fluye la buena voluntad, el amor y la salvación.
El amor de Dios no lo regula el capricho, ni la pasión, ni el sentimiento.
El conocimiento infinito de Dios debería llenarnos de asombro.
Dios lo conoce todo: todo lo posible, real, los acontecimientos.
Dios se revela a nosotros mismo y, sin embargo, es incomprensible.