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EL PELIGRO DEL ADULTERIO

EL PELIGRO DEL ADULTERIO

En términos bíblicos según Éxodo 20: 14, el adulterio es la relación sexual voluntaria entre un hombre casado y alguien que no sea su esposa o entre una mujer casada y alguien que no sea su esposo. También se conoce como la infidelidad.

El adulterio no es sólo un pecado en contra de su compañero, es también un ataque contra la santidad del matrimonio, y una línea de conducta que puede causar estragos en las vidas de muchas personas. El adulterio es también un pecado contra Dios. El proverbista dice:

«Más el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada» Proverbios 6:32.33.

El adulterio en la Escritura es visto como un tipo de fornicación, que en griego es «porneia» que indica todo acto sexual ilícito delante de Dios aun dentro del matrimonio. Mateo 15:19. 1ª Corintios 5:1. 1ª Corintios 7:22.

El adulterio como tal se considera una violación y rompimientos de principios, es el acto de transgredir lo original, lo que en un principio Dios constituyo como la unión de dos personas de sexo opuesto y que por ende en dicha relación solo hay lugar para dos (2). Cuando un tercero invade esta relación el tal se considera adultero, y su acción se denomina adulterio.

Por lo tanto toda persona que consiente y deliberadamente en acto de premeditación planificando sus actos para tener relaciones sexuales con terceros se considera un adultero ante los ojos de Dios, cayendo en el terreno del adulterio. Aún, hay que mencionar los actos de adulterios en nuestra mente, cuando codiciamos en nuestro corazón a una mujer (en el caso de una mujer, al hombre). Jesús allí fue enfático y dijo:

«Pero ahora yo les aseguro que si un hombre mira a otra mujer con el deseo de tener relaciones sexuales con ella, ya fue infiel en su corazón» (Mateo 5: 28).

Hay 3 cosas que suceden en el acto de adulterio y aún, en la fornicación:

1) Profanación: Uso irrespetuoso en forma deliberante y premeditada en acto de alevosía en estado de conciencia, de cosas, objetos, incluso, personas, a las cuales se considera sagradas. Es también el darle mal uso a los bienes recibidos de Dios en actos viles y vergonzosos.

El matrimonio se considera según Dios, algo totalmente santo, puesto que Dios es Santo, tiene la moral de declarar algo santo, y esto es el matrimonio. Cuando se produce adulterio, hay acto de profanación, lo santo ya no es Santo, porque el pecado ha infectado lo que se determinó ser santo.

2) Sacrilegio: Es el acto de no sentir respeto por lo sagrado. De no tener sentido de responsabilidad, de honra por aquello que está destinado y apartado para el uso santo. Cuando se produce adulterio, es de notar que no hubo un sentido de lealtad y respeto a lo sagrado del matrimonio.

3) Detracción: En lo secular y normal, consiste básicamente en el descuento que efectúa el comprador o usuario de un bien que tiene a la venta.

En el sentido teológico detracción es el acto de restar el sentido de santidad a lo que por natural es santo, teniendo en lo interno poco respeto por las cosas sagradas. Es cuando se entra en un estado de mente donde lo inmoral me pasa ser común y normal, donde lo normal y lo hermoso es deformado hasta ser depravado, anormal y feo.

En el acto de adulterio, el adulterio no ve su matrimonio como como algo importante, lo menosprecia y no siente en muchos casos, un redargüir de Dios o de conciencia.

Habiendo definido estás breves conclusiones sobre el adulterio, diré lo que dice Pablo: «Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios» (Hebreos 13: 4).

Autor: Gerson Montiel

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Vida cristiana