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EL CORONAVIRUS Y LA SOBERANÍA DE DIOS

el coronavirus y la soberanía de Dios

«No hay ni una sola molécula en este universo que esté suelta, totalmente libre de la soberanía de DIOS». Esta era una las célebres frases del reconocido teólogo y pastor, R. C. Sproul.

En pocas palabras: Dios tiene el control absoluto de todas las cosas. ¿Cuál debería ser la postura del cristiano sobre infecciones virales, como la actual epidemia del coronavirus que tiene al mundo entero preocupado? Bueno, les diré cual es la mía:

1. Dios es soberano.

Debemos afirmar el Dios bíblico, no el falso dios humanista deísta. El Dios bíblico es soberano, controlando incluso las cosas más microscópicas de su creación; el dios deísta está ausente, es indiferente, ciertamente no es omnipotente.

Jesús dijo: «ni siquiera un pajarillo cae a la tierra sin permitirlo vuestro Padre» (Mateo 10:29). Y sabemos que aun «los vientos y los mares le obedecen» (Mateo 8:27).

Afirmemos esta verdad, y descansemos en su aplicación práctica en nuestro diario vivir: Dios está en control aun de fenómenos naturales que nos pueden matar.

2. Dios obra a nuestro favor.

¿De qué sirve afirmar la soberanía de Dios si Él no es un Dios bueno? Pero, ¿qué dice la Escritura? Que Él es perfecto en justicia y grande en misericordia (Salmos 33:5). Todo lo que Dios hace y ordena es de acuerdo con su propia buena voluntad, que es perfecta (Romanos 11:36). Y a pesar de que nosotros, criaturas infinitamente inferiores a Él, podríamos no entender sus decretos y acciones, al final, Dios será hallado justo en todo lo que hace.

Además de esto, sabemos que a los que amamos a Dios según sus propósitos, «TODAS» las cosas nos ayudan para bien (Romanos 8:28). Por lo tanto, como nos dijo Jesucristo: «no temáis a los que matan el cuerpo …» (Mateo 10:28). Que nuestro único temor sea el temor de Dios (Apocalipsis 14:7).

3. Dios nos manda a ser responsables.

La fe no es ignorancia irracional, la fe es conocimiento en la esperanza. ¿Qué quiero decir con esto? Que la fe nos da esperanza en el conocimiento de que Dios tiene el control absoluto de todas las cosas en nuestras vidas y en el cosmos, pero esto no significa que debamos comportarnos de manera contraria a la razón.

Atienda a los expertos de salud, escuche a los sirvientes públicos en su ciudad y tome las precauciones necesarias, como lo exige el sentido común y la razón, para reducir los riesgos de infección.

Jesús dijo: «¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?» (Lucas 14:28), y aunque se refería al costo de seguirlo a Él, no obstante el principio es el mismo: la fe no anula la razón. Debemos tomar medidas de precaución para evitar pérdidas innecesarias.

Bueno, ahí lo tienen, esta es mi postura como cristiano en cuanto al coronavirus, y en general, a cualquier acto natural. Espero que esto les dé calma y también cautela.

– Joshua Enior Jiménez.