Publicado 2017-10-24 por michael shephard. J Vida cristiana

¿QUÉ ES LA IDOLATRÍA?

Es de entenderse que el ser humano es un ente adorador, constantemente busca qué adorar o a quien rendirle tributo o pleitesía. Lo triste de esto es que su adoración no va dirigida al que realmente debe ser adorado y es Dios.

Fuimos creados para que toda nuestra atención, todo lo que hacemos esté en dirección hacia lo celestial pero debido a la caída del hombre el curso de su adoración cambió, y en vez de adorar al creador termina adorando lo creado.

A lo largo de todo el AT y NT vemos como Dios en reiteradas ocasiones se opone con la idolatría y todo aquello que parezca como tal y es que esto es una ofensa para un Dios que es tres veces Santo. Para citar una primera cita esta la encontramos en éxodo 20:3 dice lo sgte:

“No tendrás dioses ajenos delante de mi”. Al leer este texto surge la pregunta ¿Qué podría ser un dios ajeno o más bien que podría ser un ídolo? y para contestar esta pregunta la dividiré en dos partes.

1- Es común el oír que un ídolo puede ser un muñeco; ya sea de cera, madera, yeso o cualquier otro material. Los mismos son creados por artistas que en su defecto terminan siendo parte de una casa o de la iglesia popular o católica y en este punto seré muy respetuoso pero a la vez sincero; ya que el amar al prójimo implica decirle la verdad en amor. Aquí pregunto ¿Por qué poner tu fe en algo que no ve, no siente, no palpa, no oye? Hacer tal cosa es ofender a Dios y el mismo dijo en Deuteronomio 5:9 “no te inclinarás a ellas…” y en Deuteronomio 6:13 dice: “al Señor tu Dios adorarás y a Él solo servirás”.

En resumen, un ídolo es una invención ficticia de la mente humana y la misma no es capaz de hacer nada. Jeremías 10:5 dice: “No tengas temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder”.

Me entristece ver como la ignorancia gana terreno en las mentes de muchos, ya que ellos creen que con esos ídolos lograrán obtener algo. Poner tu fe o confianza en ellos es en vano. Mira lo que dice salmos 115:4-8

“Los ídolos de ellos son plata y oro,obra de manos de hombres.Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven;orejas tienen, mas no oyen; narices, mas no huelen;manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos”.

Vea como lo dijo Juan Calvino:

“Por ahí se puede ver la naturaleza del hombre no es otra cosa que un perpetuo taller para fabricar ídolos…. El entendimiento humano, como está lleno de soberbia y temeridad, se atreve a imaginar a Dios conforme a su capacidad; pero como es torpe y lleno de ignorancia, en lugar de Dios concibe vanidad y puros fantasmas”.

¿Seguirás confiando en ellos?

2.- Un ídolo no solo es un muñeco de madera, va mas allá y me gusta definir la idolatría de esta manera: “Todo aquello que sustituya o reemplace el lugar que le corresponde a Dios es idolatría”.

Nosotros los cristianos que hemos sido transformados por el poder de Dios no haríamos tal cosa como el de crear una especie de ídolo con lo materiales que menciones más arriba, eso seria algo irracional; pero es muy posible que estemos adorando al dios de la tecnología, o tal vez un trabajo, un entretenimiento.. etc y es que estas cosas nos roban el tiempo que realmente debemos darle a Dios.

Dice el texto: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Dios requiere de toda nuestra atención, de todo nuestro ser, pero si esa fuerza, si ese amor se lo damos a lo que mencione arriba estamos siendo idólatras. Es muy probable que todas esas cosas estén abrigadas en nuestros corazones y por tal razón deben ser derribadas. Es imposible que sirvamos a dos señores.

Reflexionemos sobre esto para que en nuestros corazones no exista ninguna forma de idolatría, busquemos agradar a Dios en todo lo que hagamos, darle a Él el primer lugar y que su santidad sea respetada.