¿CÓMO CONTENDER POR LA FE?

Judas, no uno de los doce sino el medio hermano del Señor (Mateo 13:55; Judas 1:1), deja claro que escribe a quienes han sido Salvos al igual que él, y le es necesario escribir exhortándolos a que contiendan por la fe que les ha sido dada una vez y para siempre.

Es necesario contender por la Verdad de Las Escrituras contra todo falso sistema religioso, y al hablar de falsos sistemas religiosos no se refiere a religiones que son evidentemente anti-cristianas, sino a aquellas que tienen apariencia de cristianismo pero que niegan la verdad Bíblica, entre estas falsas doctrinas tenemos el falso «evangelio» de prosperidad, la confesión positiva, el modernismo, la iglesia emergente, etc.

Alguien preguntará: ¿pero no dice La Biblia que el hombre de Dios no debe ser contencioso?, ¿es esto una contradicción?, de ninguna manera, cuando en 2ª Timoteo 2:24 se nos dice que el hombre de Dios no debe ser contencioso, no se refiere a que guarde silencio y evite las discusiones acerca de cuestiones Bíblicas, si continuamos leyendo hasta el verso 26, veremos que su forma de discutirlas debe ser con amabilidad, con paciencia y mansedumbre. 

Además se nos dice que debe ser apto para enseñar, y esto se refiere a que debe conocer la Biblia para apoyar su enseñanza, ya que ni la opinión, ni el criterio o la experiencia personal tienen ningún valor al momento de decidir si una enseñanza es bíblica o no.

La Biblia también nos dice que “hablemos la Verdad en Amor” Efesios 4:15 LBLA.

No es falta de amor mostrar a alguien el error en que se encuentra, para ayudarlo a salir de allí, lo contrario sería indiferencia y eso no sólo es falta de amor, además es pecado (Santiago 4:17).

Entonces vemos que SI es necesario contender por la VERDAD, pero esta “contienda” debe ser en amor, con paciencia, mansedumbre, respeto, para mutua edificación y por sobre todo NO basada en opiniones personales, sino en la BIBLIA.

Dios por medio del apóstol Pedro nos dice que “debemos estar SIEMPRE PREPARADOS para presentar DEFENSA con MANSEDUMBRE y reverencia ante todo el que nos demande RAZÓN de la esperanza que hay en nosotros (1 Pedro 3:15), y esto implica leer, estudiar e interpretar correctamente el Texto Bíblico.

La Biblia nos manda ser prontos para escuchar, tardos para hablar y tardos para airarnos (Santiago 1:19), NO debemos apresurarnos a corregir a otra persona sin haber ido primero nosotros a la Biblia y estar seguros que lo que nosotros creemos está fundado en La Palabra de Dios, podría ser que quienes necesitamos ser corregidos seamos nosotros, y aun cuando nosotros tengamos la Verdad, la autoridad sobre todo creyente NO es nuestra opinión personal, debemos saber cómo dar bases bíblicas de lo que creemos y asegurarnos que nuestras bases están siendo correctamente aplicadas.

Tampoco es suficiente tener la Verdad y saber cómo respaldarla bíblicamente, si el motivo que nos lleva a contender NO es buscar la Gloria de Dios y la edificación de la otra persona, sino nuestra gloria personal.

Contender sobre cuestiones de fe para mostrar que tenemos mayor conocimiento o para hacer sentir mal a los otros equivale a conocer la Verdad, pero ser incapaces de aplicarla a nuestra propia vida, y es contender en la carne, evalué qué es lo que lo lleva a contender sobre cuestiones de fe, si no es la Gloria de Dios y el amor al prójimo, arrepiéntase y pida perdón a Dios.

Es importante también recordar que El Espíritu Santo inspiró toda la Escritura y Él es el único que puede convencer a las personas de la Verdad, nuestro trabajo es solamente presentar esa verdad y dejar que Dios haga el resto.